jueves, 7 de abril de 2011

SOMOS MAS QUE VENCEDORES



“Los Gigantes se han Levantando
Más en el nombre del Señor los Derribaré”

No sé si has podido observar en estos últimos días, como el enemigo se ha levantado y se ha desatado una ola de violencia a nivel mundial. Es más puede que estés librando una batalla personal y espiritual muy grande y piensas que ya no puedes más.

Quiero que sepas y recuerdes que el Señor está contigo sin importar cuán grande sea la situación que estés atravesando. Quiero que percibas que aunque los gigantes en muchas ocasiones parecen muy grandes e indestructibles, tú puedes ser un David y con Cristo obtener una gran victoria.

El triunfo lo obtendrás no con tus fuerzas, sino con las del Gigante más grande de todos, llamado Jehová y que es experto en realizar cosas que parecen imposibles. Dios tiene reservadas para ti muchas bendiciones. Él quiere renovar tus fuerzas para que puedas seguir batallando en este caminar. Recuerda pelear la buena batalla porque eres soldado del ejército del Dios Viviente y no puedes darte el lujo o dejar que el enemigo tome ventaja y territorio que no le pertenece.

Fueron muchos los gigantes que David tuvo que enfrentar en su vida. No solo desafío al gigante Goliat. Las escrituras registran en el libro de 2 Reyes, capítulo 21:15-22 lo siguiente:

”Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó.
E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David; mas Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel. Otra segunda guerra hubo después en Gob contra los filisteos; entonces Sibecai husatita mató a Saf, quien era uno de los descendientes de los gigantes. Hubo otra vez guerra en Gob contra los filisteos, en la cual Elhanán, hijo de Jaare-oregim de Belén, mató a Goliat geteo, el asta de cuya lanza era como el rodillo de un telar. Después hubo otra guerra en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía doce dedos en las manos, y otros doce en los pies, veinticuatro por todos; y también era descendiente de los gigantes. Este desafió a Israel, y lo mató Jonatán, hijo de Simea hermano de David. Estos cuatro eran descendientes de los gigantes en Gat, los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos”.

Esto prueba que siempre habrá gigantes que vencer y victorias que obtener. Estos gigantes fueron visibles y humanos. Pero por ejemplo hay gigantes que quieren destruirnos y son invisibles. Algunos ejemplos podrían ser: la depresión, la tristeza, los complejos e inseguridades, la falta de estima, los falsos testimonios o chismes inventados. El pecado oculto que nadie conoce, pero con el cual llevas batallando mucho tiempo y sientes que tus fuerzas desfallecen. Tal vez últimamente te está costando mucho serle fiel a tu pareja, quién sabe si mantener tu pureza sexual se ha convertido en casi una proeza o luchar contra pensamientos de lascivia. Tú gigante puede ser el tratar de controlar esa ira que cuando te toma te hace actuar como si fueras otra persona. Desconozco si algún ser querido cercano a ti se ha convertido en la piedra de tu zapato o el que te hace la vida de cuadritos.

Pero está palabra que tengo para ti es poderosa. Porque aunque se hayan levantado los gigantes si te armas con la armadura de Dios y cultivas los frutos del Espíritu Santo, lograrás derribarlos en el nombre de Jehová. No importa cuán intimidante y retante parezca el gigante que amenaza con destruir tu vida, ese que tú tienes al lado tuyo te ayudará a enfrentarlo y a vencerlo. Y si no formas parte de su equipo, yo te invito a conocerlo para que veas como te entrena en su ejército y te conviertes en parte de su escuadrón especial.

Isaías 59:19 dice: “porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él”. Hace unos días escuché en una predicación que un joven explicaba que en los tiempos de antes, si por ejemplo un maestro estaba dando la clase y un alumno no estaba de acuerdo decía: “yo levanto bandera”. Entonces este versículo quiere decir que Jehová revocará, desautorizará todo obra que el enemigo quiera hacer. Que el poder de Dios predomina ante cualquier ataque del enemigo. Jesucristo hace mucho tiempo que lo derrotó en la cruz del Calvario. Y tú eres su hijo, eres su creación y tienes que tomar las promesas que dejó escritas para ti a través de las Sagradas Escrituras y apropiarte. Si vas de la mano de Jehová ganarás la batalla. En el nombre del Señor derribarás todos los muros, cortaras la cabeza a los gigantes y los problemas disminuirán. ¡Créelo, recíbelo, trabaja en ello y verás la mano poderosa de Dios obrando en tu vida!

¿QUIEN NOS SEPARARA DEL AMOR DE CRISTO?


La mayor lección que un cristiano puede aprender es que nada ni nadie puede separarlo nunca del amor de Cristo.

Tengo un amigo misionero que había estado en la cárcel a menudo. Fue azotado gravemente, expuesto a la muerte una y otra vez por la causa de Cristo. Él había sido despiadadamente golpeado con un látigo cinco veces. Tres veces había sido golpeado con varas, una vez apedreado, naufragó tres veces y pasó un día y una noche en mar abierto antes de llegar a la costa. Él había estado en peligro de ríos crecientes, bandidos a lo largo de las carreteras, en peligro de ambos, los líderes del gobierno Judío y no Judío, y viajó a zonas peligrosas en países extranjeros. Un día dijo, "he trabajado y trabajado arduamente y frecuentemente he ido a la cama sin poder dormir, he conocido el hambre y la sed y ha menudo sin probar alimentos. He estado en frío y en desnudez "(2 Cor. 11:23-29).

También un cristiano increíble escribió, "¿Quién nos separa del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?" (Romanos 8: 35) En efecto, él dice, "Ninguna de las anteriores o todas ellas juntas pueden separarnos del amor de Cristo".

El apóstol Pablo también cita el Salmo 44:22, ¨Como esta escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero¨ (Romanos 8:36).

¿Podrá algo o alguien alguna vez hacer que Dios deje de amarnos? No en la imaginación o experiencias de Pablo.

El cristiano camina por la vida seguro por el fuerte lazo de la gracia del amor de Dios que no cambia. Nada ni nadie jamás podrá separarnos del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

El término "el amor de Cristo" puede ser tomado como nuestro amor a Cristo, o Su amor por nosotros, pero en este contexto, es mejor tomarlo como el amor de Cristo por nosotros.

La "Tribulación" se refiere a las aflicciones, las pruebas, los dolores, los problemas, las presiones y las duras circunstancias oprimiéndonos en la vida cotidiana. La palabra thilipsis tiene que ver con la presión.

La palabra latina de la cual obtenemos "la tribulación" es el "trineo que trilla" que fue cubierto en la parte inferior con tiras de metal y fue utilizado para separar el grano de las cáscaras de paja. La presión de la vida nos oprime y enérgicamente nos trilla como los tallos del grano. Sin embargo, el apóstol dice que ninguna tribulación, no importa qué tan grave sea, nos separará del amor de Cristo (Juan 16:33).

La "Angustia" (stenochoria) es la estrechez y la angustia de ser confinados en un espacio estrecho y opresivo. Nosotros sentimos que se nos está encajonando, y no hay ningún lugar a donde ir. Nada puede excluirnos del amor de Dios. Los desastres mundiales nos acercan más a Él (Salmo 4:1).

La "Persecución" es la palabra para ser cazado como a un animal salvaje y sometido a la fuga con fuerza hostil. Se trata de perseguir con intenciones hostiles debido a tu amor por Jesucristo.

Los cristianos siempre serán perseguidos en la medida en que ellos son fieles testigos de Cristo en un mundo hostil (Juan 16:33). Sin embargo, la persecución, no importa cuán grave o intensa sea, nunca romperá el amor de Cristo hacia nosotros (Mateo 5:10-12).

El "Hambre" (limos) es el hambre, sin alimentos debido a ser expulsados de sus hogares por la persecución. Los cristianos perseguidos han sido expulsados de sus hogares y puestos de trabajo para vagar en medio de extraños en lugares desolados.

La "Desnudez" (gumnotes) es la falta de ropa, Debido a ser reducido a la pobreza por sus enemigos. La pobreza es tan severa para los cristianos que no están en condiciones de comprar prendas de vestir (Hebreos 11:38).

El "Peligro" (kindunos) es el peligro de cualquier tipo, físico o jurídico a lo que están expuestos los cristianos porque son creyentes. La idea es estar en peligro, o enfrentar un peligro.

La "Espada" (machaira) se utiliza aquí para figurar una muerte violenta. Los cristianos son ejecutados y asesinados a causa de su fe en Cristo. Este siglo es el más violento contra los cristianos en la historia de la iglesia.

El hombre, que hizo la pregunta incontestable, "¿Quién nos separará del amor de Cristo?" Fue asesinado a causa de su amor por Cristo. "Como esta escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero" (Romanos 8: 36, Salmo 44:12).

Pablo es enfático en su declaración de que nada en la vida o la muerte nos puede separar de Cristo. El vivir es Cristo y el morir es aún mejor. Tenemos a Cristo en la vida, y en la muerte tenemos en Él una mejor relación. La muerte es sólo una puerta abierta a una más profunda y maravillosa experiencia con Él.

El amor de Cristo es eterno y no cambia. Este nos encuentra justo donde nosotros estamos y nos lleva de la oscuridad a la luz, de la muerte a la vida.

Dios nos ama con un amor íntimo en el que nada, nada, nada puede separarnos.

fuente: http://cristocambia.com


EN MEDIO DE TORMENTAS


¡ Qué difícil es tomar decisiones en medio de la tormenta ! A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, pero hay algunos momentos en que es necesario tomarlas a pesar de todo. ¿Qué hacer en esos momentos?

Traté siempre de hablar con el papel como si hablara con mi alma, por eso tal vez muchas veces algunas personas se han sentido identificadas. La respuesta a esa pregunta todavía la estoy elaborando, cuando los sentimientos de nuestra humanidad se entremezclan con las decisiones, cuando nuestra actitud se condiciona en saber las consecuencias, cuando sabemos lo que es correcto, pero también sabemos que al ponerlo en práctica, los que serán perjudicados están íntimamente ligados a nosotros y nos duele. Sabemos que debemos tomar la decisión, pero quisiéramos que no haya nadie perjudicado o dolido.

Lo que no hemos pensado en todo esto, es que realmente tal vez esta sea la mejor decisión, es decir, que aquellos que nosotros vemos como perjudicados en realidad necesitan esto para crecer; que hay cosas en la vida de cada persona que no se pueden aprender con palabras ni libros, que necesitan ser vividas, y a la vez son parte de nuestra necesidad para seguir creciendo en esto que es tan difícil que se llama apacentar y pastorear.

Las tormentas son parte del clima natural en el mundo, y también lo son en lo espiritual, de tanto en tanto alguna se desata con mayor o menor intensidad; algunas duran varios días, y otras son solo lluvias de verano, en todos los casos siempre hay quienes se sienten perjudicados y también quienes se sienten beneficiados.

Al fin, sólo nos queda confiar en la soberana voluntad de Dios que de una u otra forma hace que todo obre para bien en nosotros, porque las luchas o pruebas momentáneas son las que en el mundo entero purifican nuestro corazón y hacen que nos acerquemos más a Dios buscando su consuelo, perdón y llenura, y por fin, siempre nos servirá para analizar nuestro corazón y ponerlo delante de El para que lo mire, sane y limpie. Es que, tal vez, el viejo refrán sea en este momento muy oportuno...: "siempre que llovió, paró".

Decisiones en medio de la tormenta. En definitiva en este campo también debemos ser preparados, ya que el apóstol Pablo dijo: "preparados para toda buena obra..." No nos olvidemos que toda nuestra vida está escondida en Cristo y que al fin, en cada circunstancia, la mano invisible pero poderosa de Dios nos sostiene y... también... enseña...
Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; No dejará para siempre caído al justo. ( Salmos 55:22 )