sábado, 5 de febrero de 2011

TU FIDELIDAD

Cuando el cielo se llena de sombras,

y la esperanza se nos pierde en el horizonte,
y las puertas se cierran sin cesar...

Cuando todo a nuestro alrededor fenece,
la oscuridad cae sobre nuestra senda,
al abrir los ojos y ver tan sólo desolación
y el horizonte oscuro,
siento un vacio en mi corazón
y la tristeza se apodera por un instante
de mi alma...

Mas al verme y sentir que aún vivo,
puedo caer de rodillas y decirte mi Señor:

Gracias... gracias.
Tu fidelidad ha permanecido intacta
y mi senda dirige sus pasos hacia ti,
en medio del dolor tú fuiste mi consuelo
y mi fuerza en mi debilidad;
mi sustento cuando todo faltó,
mi luz en la oscuridad,
has sido mi oasis en el desierto.
Contigo siento vida y libertad.
Te amo mi señor.

Autor: Karim Magaldi, 2005

ORACION DE PAREJA


Querido Dios...
Te doy las gracias porque me has dado a alguien muy especial con quien compartir la vida.
Me doy cuenta de que la vida no es perfecta, está llena de peligros, dificultades e injusticias... me llueven los problemas y hay momentos que pareciera que nada pudiera ir peor...
Pero aún así te doy gracias, oh Dios. Gracias porque pese que todo pueda volverse contra mí me has dado a alguien muy especial para ayudarme a resistir tanto sufrimiento.
Gracias Dios... gracias porque sé que tú le has puesto a mi lado.

Mi amor...
gracias por estar a mi lado.
Sé que ninguno de los dos podemos evitar que llueva... pero sí podemos cobijarnos juntos.
Gracias mi amor, gracias por ser una respuesta de Dios para mí.



HUELLAS EN LA ARENA



Una noche tuve un sueño...
soñé que estaba caminando por la playa con el Señor
y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida.

Por cada escena que pasaba,
percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena:
unas eran las mías y las otras del Señor.

Cuando la última escena pasó delante nuestro
miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena,
y noté que muchas veces en el camino de mi vida
quedaban sólo un par de pisadas en la arena.

Noté también que eso sucedía
en los momentos más difíciles de mi vida.

Eso realmente me perturbó
y pregunté entonces al Señor:

"Señor, cuando decidí seguirte
tú me dijiste que andarías conmigo,
a lo largo del camino,
pero mirando atrás,
durante los peores momentos de mi vida,
encuentro sólo un par de pisadas.
No comprendo porqué me abandonaste
en las horas en que yo más te necesitaba".

Entonces, el Señor,
clavando en mi su mirada infinita me contestó:

"Mi querido hijo. Yo te he amado
y jamás te abandonaría en los momentos más difíciles.
Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas
fue justamente allí donde te cargué en mis brazos".

Autor: Desconocido