Yo te diseñé mujer.
Delicada, tierna, amorosa, dulce y frágil, pero a la vez fuerte y aguerrida, apacible pero valiente y llena de amor, así fue que te creé, te coloque en el vientre de tu madre, con la seguridad plena de que fueras mujer, te fui formando y cuidadosamente detalle a detalle, con mis manos te diseñé y sonreí al ver la obra que había creado, antes de nacer ya te llamaba por tu nombre, llegaste al mundo tan pequeña e indefensa, pero sabía que tu vida apenas comenzaba, y no tardaría en cumplir mis propósitos en ti.
Te vi nacer, llorar, reír, caminar, pronunciar tus primeras palabras y convertirte poco a poco en la mujer que hoy eres, aun a pesar de tu edad, hoy sigues siendo esa niña dulce y tierna que con tanto amor planeé, la niña de mis ojos, la mujer que a pesar de sus errores amo y cuido como el mas preciado tesoro, , esa que cuando veo caer no dudo ni un instante en acudir a levantar, la que en cada lágrima me tiene a su lado con el pañuelo de mi amor secando su llanto, y que cuando ríe me contagia su alegría, esa eres tu, mi hija, la que acompaño en cada paso en cada momento y que conozco a perfección, yo te traje al mundo no con uno, con muchos propósitos, pero todos ellos se resumen en amarte y verte feliz.
Y aunque a veces te has preguntado por que es que viniste al mundo y porque eres mujer, la respuesta a tus preguntas es sencilla, eres mujer por que así fue mi deseo, yo te diseñé mujer, un ser que ama, que cuida, que alimenta, que instruye, que enseña, que porta vida, un vaso frágil, y sobre todo un símbolo de amor en donde quiera que vas.
No necesito de un día en especial para hacértelo saber, pues desde antes que nacieras ya te amaba, pero hoy quiero que sepas que todo lo que hago es perfecto y siempre con un propósito, así te puse en mis planes, te llevo de la mano y te amo se una manera única e insuperable.
Autora: Maite Leija
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