“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” Isaías 43:25
Mujer, quizá tú te sientas atrapada por un pasado que no te gusta, quizá te sientas avergonzada por cosas que hiciste y que no puedes desprender de tu mente y corazón. Quizá muchos te han dicho que debes dejar tu pasado atrás, pero no puedes, los recuerdos te persiguen y no te puedes librar de ellos. Hay alguien que te puede ayudar a liberarte de ese pasado. Si tú estás arrepentida, si tú le has pedido perdón a Dios por tus malas acciones, El te perdona y nunca más se acuerda de ellas, ¿por qué no las olvidas tú?
Cuando hay arrepentimiento, hay perdón de pecados y además hay un cambio. La sangre de Cristo lava de una vez y para siempre los malos recuerdos del pasado y no permitas que nadie te lo recuerde, porque para Dios ya no existen. La gente que no conoce a Dios es prejuiciosa, no perdona los errores de los demás. No conoce el gran poder de Dios para sanar el alma y transformar a una persona. Solo eso debe importarte, lo que Dios ha hecho o puede hacer en ti.
No hagas caso de críticas mal intencionadas, ni permitas que duden de la obra que Dios ha hecho en ti. Testifica siempre. Y recuerda que nadie puede cambiar su pasado, pero Dios sí puede cambiar su futuro.
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente” Efesios 4.22
Autora: Angélica García Sch.
No hay comentarios:
Publicar un comentario